ENVÍO GRATIS a partir de 69€* (España península)

Alimentación complementaria ¿Cuándo empezar y por qué?

A los pocos meses de conseguir una lactancia materna exitosa (lo cual no siempre es fácil) llega más pronto que tarde la gran pregunta ¿y cuando empiezo con la alimentación complementaria? Ahora que ya teníamos todo controlado… ala! a por otra nueva aventura!

¿Cuándo debemos empezarla?

Lo primero que me gusta aclarar sobre esto, es que hasta los 6 meses (y algunos expertos indican los 6 cumplidos, es decir; los 7 meses) no es necesario empezar a introducir alimentación complementaria. Ya que de los 6 meses en adelante sus reservas de hierro empiezan a descender, pero pueden llegar al año sin problema, todo dependerá a veces del tipo de pinzamiento de cordón que tuvo el niño, en un pinzamiento temprano, cuando no se ha dejado llegar al bebé toda la sangre que había en el cordón sus reservas serán más limitadas. Gracias a esta información, hoy por hoy se sabe que el pinzamiento de cordón debe de ser tardío para procurar unas buenas reservas de hierro al niño.No debemos entender entonces que la leche materna no tenga hierro, ya que el que tiene es de una absorción muy alta, pero las necesidades del bebé a partir de los 6 meses empiezan a ser mayores en este sentido. 

¿Y por qué no antes?

Pues porque la carga de proteínas y de sodio que hay en los alimentos es demasiado trabajo aún para los riñones del bebé, que aún son muy inmaduros, además, numerosos estudios han demostrado que la introducción de sólidos a edades muy tempranas favorece el riesgo de desarrollar algún tipo de alergia. 

¿Qué requisitos debe cumplir el bebé?

  • Que se mantenga sentado por sí solo (si aún no se mantiene erguido la posibilidad de atragantamiento es mayor).
  • Que haya perdido el reflejo de extrusión, es decir, que no eche para fuera cualquier cosa que meta en la boca, es un mecanismo de defensa que ha tenido hasta ahora para no tragar nada que no sea leche.
  • Que muestre interés por la comida. Esto lo veremos sentando al bebé con nosotros y viendo como nos quiere robar la comida del plato o como parece que mastica cuando nos ve comer.

¿Qué alimentos debo ofrecerle primero?

Bueno, esta es la parte más interesante, ya que no hay nada claro… a veces depende del país, otras del pediatra y otras de las costumbres familiares. En España es muy común empezar por la fruta, luego cereales y luego carnes, verduras, pescado y finalmente legumbres… pero lo cierto, es que sabiendo que esto lo empezamos por un déficit o una posible bajada de reservas de hierro lo que deberíamos ofrecer al niño son alimentos ricos en hierro como son las legumbres, las carnes y el pescado. Así que yo aquí solo puedo decir que como cada uno crea conveniente. Hoy en día hay muchos nutricionistas infantiles que pueden dar mejores pautas que ningún pediatra, el propio Carlos González asegura que ellos no saben de alimentación, saben de enfermedades y de sus curas, pero no de si es mejor el puerro que la judía… así que acudamos al especialista correspondiente. Hoy por hoy en las redes sociales hay mucha ayuda en este sentido. 

¿Cómo se los ofrezco?

Aquí hay 2 opciones; o bien tirar por la opción de los triturados y los purés o  bien por la opción del BLW (Baby Led Weaning). Esta última se basa en la autoregulación del propio bebé para comer, se trata de darle los alimentos enteros (cocidos, al vapor, horneados), para que él mismo decida qué quiere comer y cuánto quiere comer. Debo decir que a mí este sistema me apasiona, me parece que hace de la introducción de los alimentos sólidos un momento divertido para el bebé, lleno de colores, sabores, olores, texturas… y hace que coman de una manera más saludable no solo en esta etapa, sino a la larga, que es la meta que deberíamos marcarnos, que un niño sepa comer cuando sea adulto. Pero reconozco que si no estás realmente convencido es un sistema que no se debería usar, ya que los miedos de que el niño se atragante se hacen latentes, aún así, la realidad indica que estos niños no solo se atragantan menos, sino que además aprenden a gestionar mejor la comida en la boca. Los niños que se han alimentado a base de purés, muchas veces llegan al año y cuando se quiere que empiecen a comer por trozos se descubre que todo les da arcadas, así que en esta opción lo ideal es poco a poco ir haciendo los purés mas espesos, quizás machados con tenedor o con texturas como fideos según vayan a avanzando los meses. De cualquier manera, los alimentos nuevos deberán de introducirse dejando pasar 2 días para ver si generan algún tipo de reacción. 

¿Y cuánto debe comer?

Una de las cosas que debemos olvidar son las cantidades…que un niño empiece con la alimentación complementaria quiere decir que la leche sigue siendo su alimento principal, el resto complementa. Y eso significa que desde que empecemos a los 6 meses hasta llegar al año no pasa nada porque coma poco, la leche es lo que más le va a alimentar, el resto es un proceso de aprendizaje. No se trata de poner la comida y esperar que en 1 semana el niño coma, a veces, se puede llegar a los 8 meses sin que el niño haya mostrado un verdadero interés en comer, más bien para él la comida puede ser un momento de destrozar los alimentos y tirarlos al suelo o echarlos por pelo… hay que tener mucha paciencia para no desesperarse al ver que con toda la ilusión le preparas la comida y acaba en el suelo, pero el aprendizaje también es importante. Que para ellos sea un momento de juego, de descubrimiento, de entretenimiento.. a la larga hará que vean con buenos ojos el momento de la comida. Si de algún modo hacemos de este momento algo difícil, de castigo, de malos humos, de enfado, de obligación… se harán reacios a comer y habremos conseguido el efecto contrario. Lo ideal para motivarlos a comer es que se sienten a la mesa con nosotros y se coma a la misma vez. 

¿Y la teta, cuando se la doy?

La gran pregunta… muchos padres creen que al empezar la alimentación complementaria deberán retirar tomas, pero no, de nuevo repetimos lo mismo de antes, la leche (materna o artificial) es el alimento principal, así que deberá ofrecerse como siempre. Lo ideal es que se ofrezca de primero, ya que va a ser el alimento más calórico que va a tomar, después los alimentos y si se quiere de postre se puede volver a ofrecer la teta. Para que los alimentos tengan algo más de calorías (nunca llegarán a tener lo que tiene la leche materna) se les puede echar un poco de aceite o de mantequilla, en función a las costumbres de cada casa, pero a ser posible debemos evitar la sal y el azúcar. Si aún no saben lo que es no les descubramos antes de tiempo cosas tan malas… 

¿Le puedo dar agua?

Si, en realidad se le debe dar agua en cuanto empecemos con la alimentación complementaria, con un vasito de aprendizaje por ejemplo para que vayan ensayando, algunos días beberán y otros no, pero se les debe ofrecer siempre en los momentos de la comida. 

¿Y cuando ofrecer otra leche?

Hay un gran mito que es el de pensar que al año la leche materna ya no alimenta, desde luego esto es totalmente falso, en realidad a partir del año la leche materna alimenta más que nunca, el cuerpo sabe que el bebé tendrá a mayores otro tipo de alimentos y hará menos tomas con el paso del tiempo, así que la leche tiene más calorías del año en adelante. Por eso la lactancia materna, según la OMS, Unicef y otras organizaciones que velan por la alimentación de los niños piden que reciban leche materna hasta mínimo los 2 años, y a partir de ahí hasta que mamá y bebé decidan. Si por cualquier motivo quieres darle otro tipo de leche, antes del año deberá ser leche de Inicio. No se le puede dar leche de vaca porque tiene más del triple de proteínas que la leche materna, y eso es mucho para los riñones de los niños, así que esa leche deben tratarla hasta quitarle las proteínas suficientes para que un bebé pueda tolerarla. Las leches de continuación no son más que la de inicio pero sin haber quitado tanta proteína, según el niño se va haciendo mayor consideran que puede aceptarla mejor y dejan de tratarla tanto, lo cual hace que no sea tan cara. Pero en realidad de dar leche artificial lo ideal sería dar siempre la de Inicio. Ni la de continuación, ni otras posteriores que solo son negocio par ala industria.  Llegados al año ya se puede dar la leche de vaca, pero entera, si la rebajamos con agua o la compramos desnatada dejará de tener calorías suficiente y a penas será alimento.  

¿Qué es lo esperable entonces al empezar la alimentación complementaria?

Pues pueden darse distintos casos, habrá niños que prefieran los sólidos a la teta y rechacen entonces el pecho, a esta situación se le dice muchas veces «huelga de lactancia», en estos casos no podemos obligar al niño a mamar, si obligamos a algo muchas veces conseguiremos el efecto contrario, así que más bien debemos tener en cuenta el estar siempre disponibles si nos reclama o el «seducirle» de nuevo teniendo el pecho a su alcance, por ejemplo en la bañera los dos juntos… Otra situación que puede ser muy habitual es que no quieran comer y pidan más teta que nunca. A veces son muchas cosas juntas por las que pasan, por ejemplo, sobre los 8 o 9 meses empieza el gateo y el descubrir espacios nuevos, así como la etapa de reclamar más a la madre por miedo a no verla y esto puede resultar un tanto agobiante. Pero es normal, es pasajero y debemos ser conscientes de que la teta alimenta, así que cubramos sus necesidades hasta que el niño se vea más capaz para comer y disfrutarlo mejor. 

Consejos:

Lectura, vídeos… en resumen información. Pero sobre todo lectura. Particularmente recomiendo «Se me hace bola» de Julio Basulto, aprendes a valorar cómo quieres que coma tu hijo, cómo comes tú y qué es lo que quieres conseguir con la alimentación. Desde luego es un gran libro, además habla también de lactancia materna, así que qué decir.. uno de mis libros favoritos para la maternidad. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio