A la hora de portear, uno de los portabebés más versátiles en cuanto a formas de usar en nudos o para portear distintos bebés o niños y que se puede usar desde el nacimiento hasta el fin del porteo es el fular tejido, es un portabebé que se adapta a cada situación según lo que queramos. Pero debemos tener unos conocimientos mínimos para poder elegir el fular adecuado y sacarle el máximo partido. Espero que con esta breve explicación te resulte más fácil elegir el tuyo:
Talla de fular tejido
Los fulares tejidos se clasifican en tallas, cada talla tendrá una medida de largo y ancho en función a la marca (la diferencia pueden ser 5 o 10 cm). Aunque no hay una norma fija sobre esto, hay unas medidas más o menos estándar por las que nos podemos guiar, y donde tendremos en cuenta sobre todo el largo, ya que será lo más importante en función a la constitución del porteador para poder hacer nudos con más o menos capas:
Talla 2: 2,60 metros (para bandolera)
Talla 3: 3,20 metros (para nudos de 1 capa o bandolera)
Talla 4: 3,60 metros (para nudos de 1 capa o bandolera)
Talla 5: 4,20 metros (talla estándar para porteadores de talla 34 o 36 de ropa, pueden hacer muchas variaciones de nudos, o de 2 capas pero anudando muy justo).
Talla 6: 4,60 metros (talla estándar para porteadores hasta la talla 42 de ropa, donde podrán hacer todos los nudos y tener además cola sobrante.
Talla 7: 5,20 metros (para porteadores a partir de la talla 44 de ropa)
En algunas marcas puede haber hasta la talla 9… pero por norma general solemos usar la talla 6.
Tipos de fular tejido
Los fulares tejidos se llaman así porque están tejidos en un telar manual o mecánico, y no tiene elastano en su composición, son fulares rígidos, por tanto no son ni elástico ni semielástico.
Podemos encontrar de dos tipos (al menos los 2 más generalizados): sarga y jaquard, la diferencia está en la colocación de los hilos en la urdimbre, en fulares de sarga los hilos se entrecruzan formando una cuadrícula o espiga, y tanto por delante como por detrás los colores son iguales. En el jacquard, la forma de entrelazar los hilos es más copleja, de manera que van creando dibujos, relieves, y se crea un negativo a la hora de ver los colores por denlate o por detrás del fular, se invierten.
Agarre
El agarre es la capacidad de la tela de no resbalarse cuando estamos porteando, de manera que no perdamos tensión en el nudo. El agarre que puede tener un fular tejido dependerá de cómo esté tejido y de los dibujos que pueda presentar. Unos dibujos muy marcados, pueden hacer que resbale menos y por tanto sea un buen agarre, pero esto es algo que solo debemos tener en cuenta en porteo de bebés ya de mucho peso o niños grandes.
Gramaje
El gramaje de un fular hace referencia a los gramos que pesa la tela por metro cuadrado (g/m2). Según el gramaje, notaremos más o menos soporte en el fular lo que ayudará a repartir el peso.
Un fular de gramaje muy fino no será bueno para niños de mucho peso, y un fular de mucho gramaje no será cómodo o fácil de usar con un recién nacido, aunque habrá que tener en cuenta la calidad del material, el grosor del hilo, la trama…
Los gramajes más habituales son:
Gramaje bajo: 140 g/m2-200 g/m2 (frescos y manejables, pero a partir de los 9 o 10 kilos del bebé dejan de ser confortables).
Gramaje medio: 240 g/m2-280 g/m2 (suele ser el más utilizado, tiene un buen soporte para bebés de más de 9 kilos si la mezcla además es buena; con lino, cáñamo…)
Gramaje alto: 280 g/m2-330 g/m2 (cuesta más domarlos, pero son muy buena opción para usar con niños grandes, en recién nacidos, a no ser que estén muy domados sería difícil usarlos).
Materiales
Cuando hablamos de los materiales nos referimos al tipo de composición del fular, al material con el que se ha elaborado y que van a influir mucho en cómo nos resulte de cómodo, agradable, soporte o agarre el fular. Los más habituales son:
Algodón: Suele ser el más habitual, por su facilidad de doma, como elemento único o como base (cómo base nos referiremos a mínimo 50% de la composición total). El algodón de los fulares tejidos es un algodón de fibra larga, menos abrasivo en caso de fricción, por eso un fular no se pude hacer con una tela casera.
Cáñamo: Es un material con mucho agarre, bueno para porteo de niños de mucho peso, pero retiene hasta un 30% de humedad del ambiente, por lo que no es bueno para sitios de clima húmedo.
Lino: También absorbe humedad, aunque menos que el cáñamo. Sus fibras son muy resistentes. Hace que el fular sea fresco y ligero pero con gran soporte. Perfecto para porteo de niños grandes.
Bambú: Generalmente encontraremos que es viscosa de bambú lo que se utiliza (y no bambú natural) , ésta se extrae por un proceso químico artificial. El tejido obtenido es muy suave y manejable, es lo que más suele gustar de este material, el tacto, pero en un % muy alto puede hacer que la tela resbale y tienda a desajustarse. El bambú tiene propiedades termoreguladoras (da calor en invierno y frío en verano), es transpirable y por naturaleza tiene filtro solar.
Seda: Hay distintos tipos de seda, se caracteriza por ser una fibra muy resistente y con poca elasticidad. Pero de nuevo, al ser un material suave y liso, si el % usado es alto puede ser un tejido que con pesos elevados se destense.
Otros materiales que se pueden encontrar en la composición de un fular son: lana, ramio, tencel, alpaca, repreve, etc…
Si quieres ver los fulares tejidos en la web haz clic aquí