En España tenemos mucha manía de querer saber cuánto debe comer nuestro bebé, cada cuánto, cómo… somos muy de cifras, y además necesitamos sentir que con eso lo tenemos todo bajo control. Pero lejos de ser una ayuda, esto suele ser bastante estresante para una madre.
Si me dicen que mi bebé debe tomar 40 ml y no los toma aún ¿insisto aunque luego lo expulse por miedo a que no crezca lo suficiente? ¿y si me dicen que debe comer cada 3 horas y a las 2 horas ya tiene hambre? ¿le tengo una hora llorando sabiendo que al menos así no se empachará? Ridículo ¿verdad? Además bastante angustioso..
La lactancia a demanda es lo más sencillo que te puedas imaginar, además de tener múltiples beneficios, el único inconveniente es que requiere dedicación, toda tu dedicación, pero piensa una cosa, tras nueve meses de espera… ¿hay algo que te apetezca más que estar dedicada a tu bebé?
El problema es que nos cuesta entender que el bebé tenga que estar todo el día pegado a la teta, pero así es… cuando hablamos de lactancia a demanda hablamos de ponerlo al pecho cada vez que tenemos la sospecha de que tenga hambre; se lleva las manos a la boca, parece buscar algo con distintos gestos de la cara, se le ve inquieto… y no solo eso, el pecho no solo es comida, si tu bebé está intranquilo, nervioso, molesto, no habrá nada mejor que ofrecerle para calmarlo que el pecho, así que sí, todo el día, al menos los primeros días, estarás con el bebé a la teta. Pero para que podamos entender aún mejor el porqué fíjate en las imágenes.
Los primeros días el tamaño de su estómago es el de una cereza.
Al tercer día, el tamaño de su estómago es como una nuez.
A la semana, su estómago es del tamaño de un albaricoque.
Al mes, su estómago es del tamaño de un huevo.
Esta es la razón por la que deben comer cada poco, su estómago es tan pequeño que van a chupitos todo el día… hasta que poco a poco por edad pueden ir haciendo comidas más grandes y espaciando tomas.
Así que olvídate de frases como:
-¿Otra vez a la teta?
-¿Pero no le acabas de dar?
-Menudo vicio le estás metiendo…
Frases de este estilo que desgraciadamente oirás solo hacen que las lactancias fracasen y las madres se agobien. Quédate en tu cabeza con la imagen del tamaño del estómago del bebé en ese primer mes y sabrás que así lo estás haciendo bien. Lo difícil de la lactancia a veces son las críticas, así que mucho ánimo y mucha fuerza. Ah! y oidos sordos! Lo vas a hacer bien!