Qué pregunta tan habitual ¿verdad? ¿debo preparar los pezones para la lactancia? Es lógico pensarlo y muy común escuchar consejos como: debes untarlos con cremas, con alcohol, estirarlos y
retorcerlos hasta hacerlos fuertes… oh dios! que dolor solo de pensarlo…
No, no y no. De verdad que no hay que hacer nada. La creencia de pensar que sí es por el hecho de presuponer que la lactancia materna duele, y que por tanto cuanto antes hagamos callo mejor… pero ¿realmente duele amamantar? pues no! así que mito número 1 desterrado.
Por tanto, algo que debemos saber (para basarnos un poco en evidencia científica y no en consejos de nadie…) es que al rededor del pezón está la areola, y en la areola hay unas protuberancias llamadas Corpúsculos de Montgomery. Esas protuberancias o especie de granos tienen la función de prepararse para la lactancia y lo hacen sin la necesidad de que nosotros intervengamos. Durante el embarazo (y antes también) generan una sustancia que limpia, lubrica y desinfecta la zona. Realmente el hecho de que nos limpiemos continuamente el pezón lo que puede hacer es quitar esa grasa o lubricación natural y hacer resecar la zona, de ahí luego las posibles grietas.
Así que no debemos hacer nada, ni antes ni después. Durante el embarazo nada de cremas ni de artilugios, y tras el parto lo único necesario es una ducha diaria, pero a parte de eso nada más, no es necesario en absoluto el lavar los pechos entre toma y toma.
Como ves, de nuevo todo es más fácil de lo que parece, pero lo cierto es que el conocimiento ayuda, la información es poder!
Feliz Lactancia!