También se usa en casos de cese temporal de la lactancia o para pasar de lactancias mixta a lactancia materna exclusiva, donde es necesario una buena estimulación al pecho para conseguir la producción adecuada, pudiendo administrar a la vez cantidades de leche como suplemento para ir reduciendo poco a poco hasta que ya el relactador no sea necesario. En esos casos lo ideal es hacerlo bajo la supervisión de un profesional de la lactancia materna, pues es importante controlar la evolución del peso del bebé antes de retirar cantidades de leche suplementada a las que está acostumbrado el bebé.
El relactador consiste en un depósito que se rellena de leche (materna o artificial) y se cuelga del cuello sobre el pecho de la madre, lleva 2 tubos flexible muy finos que se fijan a los pezones y liberan suplemento a la vez que el bebé mama. Según se coloque el depósito más alto o más bajo el flujo de leche será más o menos difícil para conseguir para el bebé.
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